En la actualidad, existen dos tipos de sistemas de inyección: sistemas de inyección directa y sistemas de inyección indirecta.

Los sistemas de inyección directa se emplean en motores diésel e introducen el combustible directamente en la cámara de combustión. Por otro lado, los sistemas de inyección indirecta lo hacen fuera de dicha cámara.

En el caso de los sistemas de inyección directa, los inyectores diésel se encuentran integrados directamente sobre el cilindro, permitiendo que el combustible, dosificado por el inyector, entre directamente en la cámara de combustión del motor. Este sistema de inyección es más eficiente que los sistemas de inyección indirecta, ya que ofrece beneficios de ahorro de combustible y mejora el rendimiento del motor.

Existen dos métodos principales de inyección directa:

1. Método common-rail (conducto común): Este sistema de inyección de combustible es electrónico. El carburante se extrae del tanque y se envía a una bomba de alta presión que lo impulsa a alta presión hacia un conducto común. Este conducto común actúa como acumulador y suministra el combustible a los cilindros a través de los inyectores. Estos inyectores son controlados por electroválvulas mediante una unidad de control electrónica (ECU).

2. Método bomba-inyector: En este sistema de inyección, cada cilindro cuenta con su propia bomba y su propio inyector. Esto significa que la alta presión se genera directamente en cada cilindro, evitando la necesidad de tuberías y permitiendo alcanzar mayores presiones.